Proyección del eje ecuatorial terrestre a lo largo del tiempo. Actualmente el Eje Solsticial de la Cruz Cósmica está a unos 52 millones de kms del punto de la órbita que intersecta con la línea que une al Sol con el Centro Galáctico. Este punto es el punto de referencia del "reloj" orbital de la Tierra, como las "en punto" en nuestros relojes. De modo que faltan 140 años para que dicho Eje Solsticial coincida con la línea Sol/Centro Galáctico. Es igual que a cada minuto en nuestros relojes la aguja de los segundos llegue a "en punto". Así que estamos al final de un Ciclo de Precesión, y 140 años en 25.920 años son como 19 segundos de 1 hora. Es decir, para la Tierra no quedan 140 años sino unos 20 segundos.
El último gran cataclismo sucedió cerca de 10.000 a.C., siendo la Gran Esfinge la estructura que asume primer importancia en fecharlo en el tiempo. La mezcla de figura hombre-animal supone el simbolismo en la transición de la Era de Virgo a la de Leo (opuestos de Piscis y Acuario). El escrito Védico Ramayana cuenta sobre los reyes que gobernaron en esa época y habla de maquinas voladoras llamadas Vimana, que funcionaban con el poder del pensamiento. Describe una civilización muy avanzada cuya caída sobrevino por la persecución excesiva del materialismo.
El cambio de Eras está asociado con el gran ciclo de la precesión de los equinoccios de 25.920 años, que es el tiempo que tarda nuestro sistema solar en dar una vuelta completa en torno a la estrella central de las Pléyades, Alción. En 1961 se descubrió lo que parecía ser una nebulosa inusual que recibió el nombre de Nebulosa Dorada. En 1980 se anunció que nuestro sistema solar chocaría con esta nube electromagnética en no mucho tiempo. Esta nube es conocida comúnmente como "cinturón de fotones" o "banda de fotones" y que está encerrada en el sistema estelar de las Pléyades (siete hermanas o siete cabritos), conjunto de estrellas sobre el hombro de la constelación de Tauro, que se ubica a unos 425 años luz de nosotros. Nuestro sistema solar se topa con esta banda dos veces en su ciclo en torno a Alción, es decir, una vez cada 10.960 años aproximadamente, pero el grosor de esta banda de fotones es tan grande que a nuestro sistema solar le lleva 2.000 años atravesarla. 2 x 10.960 + 2 x 2.000 = 25.920.
Actualmente la Tierra entra y sale de esta banda desde 1.997 pero el Sol ya hizo su ingreso en forma total y tal vez sea este el motivo por el que nuestra estrella perdiera sus polos magnéticos y sea ahora una sola masa homogénea, según la sonda espacial de la NASA, Ulises. Fue justo en 1997 que empezaron las anomalías en las propiedades básicas del Sol, como la pérdida de su bipolaridad magnética y el aumento del flujo de protones. ¿coincidencia?
La mayoría de los astrólogos esotéricos concuerdan que el mayor cataclismo sucedió alrededor de 10.500 años antes de Cristo, cuando la era de Virgo dio paso a la era de Leo, es decir, la mitad del ciclo de la cuenta larga en el calendario Maya.
Actualmente estamos haciendo la transmisión de la Era de Piscis a la de Acuario, sus opuestos. Esta era se caracterizará por la iluminación individual y la hermandad del hombre. La caída del tiempo actual es inminente a la luz de los eventos cósmicos que están sucediendo. Según reza un pasaje bíblico: Mat 24:30 "Cuando el signo del Hombre venga, Él te iluminará en todas las cosas". Acuario es el signo del Hombre.
La convergencia es el final de un ciclo de activación estelar. Esta activación ya comenzó y continuará hasta el 2012-2017. Durante el principio con el encuentro del cinturón de fotones, solo los más sensibles sentirán que algo está cambiando. Cuando entremos por completo, la mayoría de los individuos sentirán sus efectos. Será un tiempo de fuertes controversias debido a la resistencia al cambio de ideas y paradigmas. La gente sentirá una profunda necesidad de cambio, precedido por una profunda sensación de vacío y falta de propósito en sus vidas individuales y como conjunto social. Quienes consideren este mundo tridimensional como la única posible realidad, profundizarán sus obsesiones y temores y se apegarán con mayor fuerza a sus dogmas y estructuras rígidas, incrementando su negatividad, pero esto creará un descalabro en sus mentes y en sus cuerpos, forzándolos a alinearse con energías más sutiles.
Los patrones psicológicos que han estado enterrados en el inconsciente, se verán forzados a salir a la superficie, esto es, llevados a la luz de la consciencia para ser revisados y depurados. Una oportunidad para grandes cambios personales. Si la carga es demasiado fuerte y pesada provocará enfermedades, profundas depresiones y en algunos casos la muerte. Es un tiempo de selección natural espiritual que, lamentablemente, dividirá a muchas familias.
El 20 de Mayo de 2012 habrá un eclipse solar en conjunción con las Pléyades, el anticipo del evento astronómico y astrológico del siglo: la alineación del solsticio de invierno con el centro de la galaxia, que disparará y dará nacimiento a una nueva era par el hombre. Se supone que este evento es el verdadero significado de la ascensión o tiempo del rapto, conocido en la mayoría de las profecías de varias religiones. La segunda venida del Logos, el nacimiento del Kalki Avatar de Vishnu, el regreso de Quetzalcoatl.
La conexión e interacción entre los cuerpos celestes
Los mayas también llegaron a la conclusión de que el Sol no es la única influencia energética, La Luna refleja la luz del Sol influyendo con su fuerza de atracción en todos los fluidos de la Tierra, produciendo las mareas. Las fases lunares actúan sobre los estados de crecimiento. Encontraron que todos los planetas a través de sus movimientos producen efectos sobre nosotros, toman la energía que necesitan del Sol e irradian el sobrante hacia el espacio.
Las posiciones de los planetas son muy importantes, provocan la pleamar y bajamar, determinan las temporadas, las tormentas húmedas, la temperatura terrestre e influyen sobre las aguas dulces y saladas. El sistema solar, en su elíptica de 26.000 años que lo aleja y acerca al centro de la galaxia, gira alrededor de Alcione, la estrella central de la constelación de las Pléyades, este movimiento es conocido por los científicos, con el nombre de Precesión de los Equinoccios.
Esta constelación era de suma importancia para los mayas, tanto es así que una de sus estrellas lleva su nombre. En la mitología griega las Pléyades eran siete hermanas, hijas de Atlas y Pleione, de las que se enamoró Orión, un cazador gigante que las perseguía. Sus nombres: Eléctra, Maya, Taygete, Alcíone, Seleno, Astérope y Mérope. Zeus para ayudarlas a escapar, las convirtió en palomas, volaron y se convirtieron en un conjunto de estrellas de la constelación de Tauro, el toro. Los mayas descubrieron en sus estudios que existen unos campos energéticos alrededor de todos los seres vivos que se ven afectados por estos ciclos de energía en movimiento.
El hombre maya abrió su mente al cosmos y conectó su corazón desde la tierra con el Sol a través de Alcione en las Pléyades para llegar al Hunab-Kú (en el centro de la galaxia). Así se mueve la energía conscientemente.
La Constelación de las Pleyades ha sido conocida por todas las culturas incluso se menciona varias veces en la Biblia. Nuestros antepasados Aztecas y Mayas no fueron la excepción y cada 52 años llevaban a cabo la ceremonia del Fuego Nuevo cuando el sol central de las Pleyades (Alción) la estrella Sirio y nuestro Sol se alineaban. De acuerdo con las evidencias heredadas por todas las grandes culturas, nuestro Sistema Solar gira alrededor de Alción el cual es el Sol central de la Constelación de las Pleyades. De la misma forma como nuestro planeta gira alrededor del sol, todo nuestro sistema solar gira alrededor del Alción junto con otros Sistemas Solares y tarda (nuestro sistema solar) 25,625 años en dar una vuelta completa alrededor de Alción, de la misma forma como nuestro planeta tarda 365 días en dar un giro completo alrededor del sol.
En el Sol la mayor parte de explosiones en la corona se manifiestan a los 20° de latitud sur y a los 20° de latitud norte. Marte tiene el volcán Olimpus, el más grande del sistema solar a los 19.3 ° latitud norte.
Venus tiene los volcanes activos Alfa y Regio a los 19.5 ° El gran punto rojo de Júpiter está a los 19.5° latitud sur. En Saturno la nave "Voyager", tomó unas fotografías de las nubes en movimiento y sus fluctuaciones más fuertes, se encuentran en los 19.5° norte y sur.
En Neptuno se encontró un punto oscuro a los 19.5º. En la tierra su volcán más activo el Maunakéa a la 19.5 ° latitud norte.
¿Es solo casualidad? Quizás valdría la pena analizar la teoría sobre la ubicación de la civilización maya sobre nuestro planeta: Sus bases se encuentran A los 19.5° de latitud norte y sur. Curiosamente a los 19.5° de latitud norte y 90° de longitud se encuentra la Pirámide de Ku-kul-kan en México, en el centro de la masa continental americana.
La Pirámide de Ku-kul-kan
La pirámide es una muestra de los conocimientos matemáticos, geométricos, religiosos, astronómicos, de la civilización maya. Ocupa el centro exacto del espacio terrestre y es el punto de enlace entre el espacio celeste y el inframundo. Una pirámide fue construida ahí por los mayas en el año 430 de nuestra era y luego en el apogeo de su civilización creció sobre ella una gigantesca, que es la que hoy permanece.
La pirámide es un gigantesco reloj solar, la utilizaban para ajustar sus calendarios. La pirámide es una confirmación de su conocimiento exacto del universo. Su diseño y ubicación permiten activar todos los centros energéticos del hombre: los chacras, que alimentan de energía los sistemas físicos glandulares. Utilizando sonidos rítmicos que ayudaban a la mente a sincronizarse con el Todo, produciendo estados energéticos muy altos y estados de sensibilidad especial.
La ubicación de la pirámide, conecta a la columna vertebral del hombre con el Kuxán Suum, la columna vertebral del universo, el cordón que une al hombre maya con el Sol y con el centro de la Galaxia con Hunab-Kú. Esto se logra sincronizando los dos hemisferios cerebrales del hombre; la parte izquierda, que controla la razón y la lógica, con la parte derecha, que maneja la intuición y la sensibilidad. Al vibrar colectivamente se conectan las mentes en una sola, permitiendo trascender a nuevas dimensiones del ser.
Los mayas aprendieron a utilizar la mente con los dos hemisferios del cerebro de forma simultánea y equilibradamente, logrando desarrollar sentidos telepáticos que permiten la unidad de conciencia colectiva.
Una semana después de su nacimiento, el niño maya comenzaba su primera iniciación para la utilización eficiente del cerebro. Aprisionaban la cabeza del recién nacido con unas tablillas de madera, envolviéndolas fuertemente con una tela de algodón para producir un estiramiento de los huesos del cráneo. A través de este rito, acomodaban y excitaban dos glándulas: una que se encuentra a la altura del centro de la frente, a la altura del tercer ojo, la glándula pituitaria y otra que se encuentra en el centro del cráneo, la llamada glándula pineal. Estas glándulas trabajando en conjunto, producen unas sustancias que desarrolla la clarividencia, es decir excitan al cerebro permitiéndole captar o transmitir el pensamiento.
Según la cultura hindú estas glándulas se comunican directamente con los chacras de la frente o de la coronilla, sitio de entrada de la energía del Prana, del Poah para los mayas. También producen estados especiales de sensibilidad en la mente y en la conciencia facilitando el contacto espiritual y la comunicación con todas las esencias de los animales. Cuando el niño cumplía veinte meses comenzaba el segundo proceso de iniciación. De la cinta que todavía colgaba de la cabeza, la madre colocaba justo entre las cejas una bola de copal, una especie de incienso sagrado. Ese olor estimulaba las glándulas, además forzaba la vista para mirar la bola de copal, en el centro de los dos ojos, así se le instruía a utilizar simultáneamente ambos hemisferios cerebrales.
Estudios actuales demuestran que nuestro cerebro prácticamente no utiliza el lado derecho y cuando los dos hemisferios trabajan en conjunto se produce una mejor apreciación de la realidad. Por ejemplo, es posible ver el aura, el campo de energía que todas las personas emiten a su alrededor y que cambia de color con el estado de ánimo.
EL diseño de la Pirámide de Ku-kul-kán, está basado en proporciones generadas por la descomposición armónica de una circunferencia insertada en un cuadrado. La pirámide se puede contener en un cuadrado de 55 metros de cada lado, inserto en una circunferencia de 80 metros de diámetro. Tiene la orientación precisa de 17° al noreste para recibir la luz del Sol durante el equinoccio y permitir el armonioso juego de luces durante la bajada a tierra de Ku-kul-kán .Su ubicación estratégica favorece la atracción de energía del Sol durante los equinoccios, cuando el día mide lo mismo que la noche, cuándo la luz y la sombra están en equilibrio. Ese es el momento en el que están dadas todas las condiciones energéticas y espaciales para dirigirse a Hunab-Kú.
Verticalmente también es asombrosa, tiene treinta metros de altura, nueve plataformas soportan un pequeño templo en la parte superior que representa a nuestro mundo; sobre él, la bóveda celeste, espacio del Sol "Quinich Ahau". Las nueve plataformas representan a los nueve señores de la noche, del conocimiento y del tiempo. Los conocedores de la mente total del universo, los adivinos de la armonía, seres que enseñaron a los mayas a comprender y sentir la unidad. Ellos trajeron el saludo maya "Ilaquesh- Alaquen" "yo soy tú, tú eres yo" una muestra de armonía y de respeto por la libertad del individuo y sus decisiones.
La inclinación de las nueve plataformas es de la pirámide es de 51° 51' minutos, o sea la séptima parte de la circunferencia, lo mismo que la inclinación de la pirámide de Keops. Cada escalera tiene 91 peldaños de piedra haciendo 364 gradas en total y si se añade la plataforma superior se conforman los 365 días del año solar. Las balaustradas de las escaleras, contra las que se proyecta la luz y sombra de los equinoccios tienen 45° exactos.
La decoración exterior de la pirámide no fue arbitraria, sino pensada y estudiada profundamente para representar lo más significativo de su realidad: El tiempo. A cada lado de la escalinata principal hay 26 bajorrelieves, es decir 52 paneles por fachada, que corresponden al ciclo maya de 52 años: un fractal del gran ciclo de 5200 años entre rayos sincronizadores.
Dieciocho plataformas nuevas a cada lado de la escalera principal son un claro simbolismo del año de la división solar maya en 18 meses. Cinco adornos almenados coronaban el templo por cada uno de los cuatro puntos cardinales, lo que refleja el simbolismo del Uinal o mes de veinte días.
Ceremonia de año nuevo. Culto a Ku-kul-kán
Desde el día 16 de marzo, todo el pueblo maya se congregaba comandado por sus señores y por los Ahau Kines, los sacerdotes del culto solar alrededor de la pirámide de Ku-kul kán. Las almenas, con plumas de quetzal y banderas, engalanaban el templo en lo alto, símbolo de las fiestas y del vuelo de Ku-kul-kán para recibir el año nuevo. Comenzaban así los Uayeb, los últimos cinco días del año que con sus noches eran considerados nefastos, de las misma forma que los egipcios de la primera disnatia..... Era el tiempo para las ceremonias de la purificación, cuando se realizaban ayunos colectivos como señal de limpieza.
En la plaza, frente a la pirámide, se bailaba para equilibrar las energías masculinas y femeninas como ofrenda a Chaak, la esencia de la lluvia. Mantras sagrados, palabras repetidas con los nombres de las esencias producen un estado alterado de conciencia colectivo. El día 21 de marzo quinto y último día Uayeb, día del equinoccio de primavera entre las una y cuatro de la tarde se producía un movimiento de luz y sombra contra la balaustrada de la escalera principal que remata en la cabeza de la serpiente. Ku kul-kán, desciende del cielo anunciando en nuevo año y la época de siembra. El fenómeno de luz y sombra indica el final de la sequía, el movimiento que comienza para preparar la tierra para la siembra, cuando se volvía a escuchar el canto de las aves, la primavera. Al atardecer, hacia a las cuatro de la tarde, se veía el primer triángulo isósceles en la parte superior de la pirámide y luego poco a poco se iban formando uno a uno, los siete que conforman el cuerpo serpentino de la pirámide......_: Siete triángulos isósceles de luz que representan los siete chacras del cuerpo humano, siete serpientes es también el nombre de la semilla de maíz.
La cabeza de la serpiente, toma vida al recibir la luz del sol. En su boca se colocaban ofrendas y en lo alto de la pirámide se encendía el fuego del año nuevo, donde se procedía a quemar incienso y copal. El copal estaba dedicado al ritual del Sol y del fuego. Se tomaba una bebida llamada bayeb, de miel fermentada con pepitas de calabaza y habas, que simbolizaba el tiempo de siembra. El ultimo triangulo formado es el primero en desaparecer, en un movimiento que vuelve a conducir simbólicamente a la serpiente emplumada hacia el cielo.
Se repartían el fuego nuevo en antorchas, a cada familia le tocaba una, se recogían las banderas y se volvía cada cual a su casa. Con el fuego nuevo se quemaban las tierras para la labranza. Utilizando su sabiduría lograron aumentar su intuición y percibir todo como una unidad de conciencia, tuvieron la claridad que nosotros pasaríamos por los mismos procesos evolutivos y nos dejaron claves para ayudarnos.
La serpiente cascabel "Tzabcan", representa al Sol en la cultura maya, su nombre en lengua maya, quiere decir Tzab: cascabel, can: serpiente. También quiere decir cuatro, cuatro serpientes, cuatro elementos, cuatro ciclos: Nacimiento, crecimiento, madurez y muerte.
Cuatro estados en la naturaleza, cuatro puntos del espacio que formaba el Sol con los equinoccios y en los solsticios.
Para los mayas el cascabel era un reloj solar. Cada año en julio, cuando el Sol alcanzaba su punto más alto en el cielo la serpiente cambiaba de piel y en su cola crecía un nuevo cascabel con forma de corazón que simboliza el año maya. Los triángulos isósceles en su piel se volvían el elemento más importante de la decoración de sus palacios y pirámides.
Igualaban la pérdida de sus colmillos una vez cada veinte días con el mes o Uinal maya. La serpiente simbolizaba el movimiento ondulatorio y cíclico del tiempo, el cambio de piel y su resurgimiento, cada año representa la vida eterna la reencarnación, el convertirse en un ser nuevo.
Los mayas creen que el espíritu comienza encarnándose en una serpiente, obligado a reptar en la tierra, muere y renace muchas veces, perfeccionándose hasta poder erguirse del suelo. En ese momento desarrolla las emociones encarnándose en un animal y evoluciona paso a paso hasta nacer como humano, obteniendo la razón, el pensamiento.
Una vez que el espíritu se encarna deja la forma física a través de su propio esfuerzo consciente y se eleva hacia planos superiores como un pájaro: la serpiente emplumada. La historia de la evolución de la serpiente en águila, es la base de la filosofía maya, el maya se transforma a sí mismo y se hace libre en ese proceso eterno de evolución ascendente de conciencia.
La voluntad del individuo: la serpiente, es puesta en línea con la voluntad de Dios: el águila.
El individuo debía morir para sí mismo, con el fin de renacer unido a la conciencia cósmica, el Todo, abandonar su identidad ilusoria, su ego, sus apegos emocionales, materiales, sexuales. Esta es la historia que cuentan los murales mayas, pero para entenderla deben leerse con los ojos del entendimiento. Se necesitan años de preparación para enfrentar las pruebas supremas, entonces absolutamente solos, podrán encontrarse con Dios.
Todas las profecías buscan un cambio en la mente del hombre pues el universo está generando todos esos procesos para que la humanidad se expanda por la galaxia comprendiendo su integridad fundamental con todo lo que existe.
Quinta Profecía Maya
La quinta profecía maya nos dice que todos los sistemas basados en el miedo sobre lo que se fundamenta nuestra civilización se transformarán simultáneamente con el planeta y el hombre para dar paso a una nueva realidad de armonía, el hombre está convencido que el universo existe solo para él, que la humanidad es la única expresión de vida inteligente, y por eso actúa como un depredador de lo que existe.
Los sistemas fallarán para enfrentar al hombre consigo mismo y hacerle ver la necesidad de reorganizar la sociedad, y continuar en el camino de la evolución, que nos llevará a comprender la creación.
En estos momentos prácticamente todas las economías del mundo están en crisis, y se ha desatado una ola especulativa en todas partes, en solo un día 1.5 trillones de dólares cambian de mano en los mercados financieros internacionales. Un 15 % de caída en los mercados hacen desaparecer una riqueza equivalente a la producción anual de todas las fábricas de EEUU.
Desde 1.995 la economía mundial no está dominada por el intercambio de automóviles, acero, trigo y otros bienes y artículos reales, sino por el intercambio de divisas acciones y bonos; es decir de riqueza virtual con la que es muy fácil especular. El síndrome de la tarjeta de crédito se ha vuelto un mal común. El hombre se endeuda mas allá de lo que gana poniendo su economía personal en la cuerda floja y eso se refleja en todos los niveles, la especulación en torno al capital financiero ya condujo a una situación económica muy delicada en 1929 antes del derrumbe de la bolsa en 1930.
Casi todas las economías tienen graves problemas y los salvavidas gubernamentales, con dinero de bancos que están al borde de la quiebra, dificultan aun más todo este proceso.
Al afectarse la ionosfera por las extraordinarias emisiones solares, se producen alteraciones en todas las comunicaciones de radio y televisión pues es en esa capa de la atmósfera es donde se trasmiten y se reflejan las distintas frecuencias. Tenemos entonces que las economías y las comunicaciones son sistemas muy frágiles e interconectados a todos los demás, la red eléctrica es especialmente sensible a las llamaradas solares como ocurrió durante nueve horas en todo Quebec, en 1989.
La infraestructura eléctrica es la columna vertebral de nuestras sociedades contemporáneas, si fallaran, fallarían uno tras otro todos los demás sistemas como fichas de dominó que caen consecutivamente. Se dice que la fortaleza de un sistema depende directamente del poder de sus componentes o eslabones, imaginemos como reaccionaria nuestra sociedad a todos estos sucesos simultáneos:
La comida comenzaría a escasear, las comunicaciones serían imposibles, el tráfico enloquecería en todas las ciudades, la economía se paralizaría, la mayoría de la gente perdería la razón, llegarían los desordenes públicos que por la cantidad de gente involucrada desbordaría todas las expectativas y controles de los gobiernos. Esta situación de descontrol total modificaría para siempre todos los sistemas de la sociedad, los sistemas religiosos basados en un dios que infunde miedo también entraran en crisis. Surgiría posiblemente un sólo camino espiritual común para toda la humanidad que terminaría con todos los límites establecidos en las distintas maneras de ver a Dios.
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