NOOLOGIAS

NOOLOGIAS
PRAXISXXI

noosfera de didaxis

noosfera de didaxis
discencia abierta..

El analfabeto del siglo XXI sera quien no sea incapaz de aprender, desaprender y reaprender

RED DE TRANAJO COLECTIVO

"SAMUEL ROBINSON"

Sociedad del Conocimiento

compartir.jpg
http://enlacedigital.com.ar/i/wp-content/uploads/prosumidores.jpg



El futuro será “colectivo” o no será. No hay más lugar para la toma de decisiones aisladas. La inteligencia colectiva permite compartir conocimientos unos con los otros. La cooperación y solidaridad mundial dependen hoy, entre muchas otras cosas, de las competencias y habilidades para navegar e indagar en el espacio de la información. Cuanto antes los grupos humanos se organicen en colectivos y/o redes inteligentes, en sujetos cognitivos abiertos, capaces de iniciativa, de imaginación y de reacciones rápidas, tanto mejor lograrán pensar y elaborar soluciones prácticas para los problemas complejos de la vida cotidiana.

Una de las preguntas que nos planteamos es sobre las motivaciones de los prosumidores –esos usuarios que han asumido un doble rol en la red, consumen contenidos pero al mismo tiempo aportan o crean nuevos contenidos- para participar activamente en los medios sociales –Web 2.0- .

¿Qué es lo que les motiva a dedicar tiempo a la Wikipedia, escribir en blogs –descartando a los profesionales-, colaborar en el desarrollo de software libre o compartir enlaces en Delicious o Digg, entre otras actividades?

De acuerdo con una entrada de Kayser-Bril, publicada en OWNI.fr, a primera vista y según estudios como los realizados el Instituto Tecnológico de Georgia en el 2005 – Why Do People Write for Wikipedia? Incentives to Contribute to Open-Content Publishing- o los realizados por investigadores Universidad de las Naciones Unidas - Wikipedia Survey – First Results, 9 de abril de 2009- la pertenencia a una comunidad, la reputación, el reconocimiento, etc, pueden ser gratificaciones que se consideran muchos más satisfactorias que las monetarias. El caso de Google Knol –la “Wikipedia de Google”, creada a finales 2007, que paga con una parte de los ingresos de la publicidad –AdSense- a los autores, está demostrando que la motivación monetaria, por el momento, tiene poco éxito de acuerdo con el análisis de Schonfeld en TechCrunch.


Algunos conceptos para comprender a qué nos referimos cuando hablamos de Web 2.0

-La red como plataforma
-Aprender en cualquier lugar
-Inteligencia colectiva
-Construcción social del conocimiento
-Aprender de los iguales
-Experiencias de usuario enriquecidas

prosumidores3.jpgskills3.jpg


Prosumidores al asalto: los usuarios se apropian de la red

En internet, hasta 1990, siempre habían quedado bien diferenciados los roles de productor y consumidor de contenidos, pero con la aparición de los sistemas de publicación personal (blogs, twitter, etc.) y otras aplicaciones (wikis), esos papeles ya no están tan claros y ha empezado a surgir el prosumidor. Todo apunta a que la amplificación del componente participativo en internet es parte de un fenómeno de socialización económica, impulsado por la innovación en la figura del usuario, que promueve el consumo productivo de una actitud que puede ser categorizada como la de infociudadano.


modelocomunicacion2.jpg







jueves, 12 de julio de 2012

alquimia.."No puedes enseñar nuevos trucos a un perro viejo", "un leopardo no cambia sus manchas"

El hombre, es una síntesis de la construcción tridimensional material, constituido en función histórica a partir
del fotón. (Fotón: cuanto-paquete de energía radiante/dispersión isotropica. (Isotropico: todas las direcciones son equivalentes  a la expansión de la luz-lenguaje Divino creativo-Verbo)
LA BIBLIA DICE ESTO MISMO, DE ESTA MANERA: En el principio ya existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios: Juan/Cáp.: 1/1. Su estructura, es producto del deseo:(sonido-luz-calor), como acción resonante a la cual accedió el alma-arquetipo que da forma al habitáculo capas de contener una mente que llega al mundo material   en función del conjunto en expansión evolutiva.

 
 
 
 
Su origen es:  Adimensional (carece de espacio tiempo  en esencia), se proyecta en adecuados niveles 
energéticos, a masa desacelerada en la tercera dimensión binaria,( E-0=M-1)  proviene del "Plasmon".  
Plasmon: partícula aparente, es por cuanto en si, es el todo y a su vez, parte del todo oscilante.
 El hombre es un ser individual; "su individualidad "es producida por cuanto en función inteligente-deseo-pensar al margen del pensamiento como plasmon-inteligencia y electricidad en reposo, que era parte de un todo, para ser: por lo tanto: el todo universal en el. Ejemplo análogo: EL FETO EN EL VIENTRE DE SU MADRE, ES PARTE DEL TODO EN Y DE ELLA, PERO AL NACER ES PARTE DE ELLA GENETICAMENTE, PERO YA FUERA DE ELLA. ESTA SECUENCIA  INTELIGENTE SE REPITE EN TODO LO CREADO COMO MECANISMO DE EQUILIBRIO Y CONTINUIDAD DE LA MENTE CREADORA.

De su participación en la materia, podemos decir que sigue un patrón cósmico en permanente interacción   
con todo el universo en "expansión-evolutiva".  Su desplazamiento entre masas en forma de Ion-memoria genética-siguiendo el patrón humanoide, que  se produce en forma electromagnética, fuera de las leyes de espacio' tiempo QUE RODEAN AL CUERPO PERCEPTIBLE Y MATERIAL DEL MISMO. (Electromagnético: campo eléctrico y magnético  combinados o asociados con desplazamiento de electrones a lo largo de conductores: la electricidad en movimiento va a acompañada  ortogonal-mente por la onda magnética)

Su concreción en espacio tiempo, se inicia por el proceso de electrólisis. (Electrolisis: producción de modificaciones químicas, por paso de corriente de un electrodo a un "electrolito" o viceversa: como en la electro-deposición  electro-moldeado,  utilizado en la separación de  isótopos, como en la concentración de deuterios-agua pesada-por electrolisis de agua natural. (electrolito:  AIRE-GAS HUMEDO-AGUA-LIQUIDO…PASTA (TIERRA+ AGUA), CONDUCTOR EN EL QUE TIENE LUGAR EL FLUJO DE CORRIENTE  ELECTRICA-(FUEGO) POR MIGRACION DE IONES. (Ion: átomo o grupo de átomos cargados, donde el Ion negativo ha ganado uno a más electrones extras; en tanto que un Ion positivo, ha perdido uno a más electrones. El Ion constituirá, una parte de un campo tridimensional, dotado de carga y cargas complementarias. Para constituir un campo definido (malla cristalográfica), es imprescindible que se asocie con los de signo contrario, con sus correspondientes cargas complementarias de signos relativamente contrario y mediante una acción inteligente-deseo, y la intervención del eje-propósito,  se dará la  unidad que estará a cargo del "alma-impulso" en lo físico de su definición en lo tridimensional.).Ejemplo unión masculina femenina.


Al producirse el deceso -la vibración-hombre, se divide en alma-materia. El alma es la que contiene la memoria fenotipica, y el código genético de la forma-estructura. (Inteligencia arquetipo-alinea  todos los elementos necesarios para dar forma al cuerpo que cumple un ciclo en cada nivel de evolución)
A su vez, la materia aparentemente inerte,  contiene células con sus correspondientes campos  complementarios. Esos campos complementarios  continuaran con su proceso evolutivo.  (Fenotipo: conjunto de caracteres observables, de un organismo de tipo estructural; que se producen como resultado de la interacción entre el genotipo del mismo, y el medio ambiente en el que se encuentra. La influencia  del genotipo, representa  la norma  de reacción del organismo, ante las condiciones ambientales. Las características  predominantes del  fenotipo   son captadas a través de los aminoácidos orgánicos con lo que somatiza el Ion) = (Genoion)
 

 
El alma es: un complemento  del cuerpo material-campo complementario de signo relativamente contrario, a los manifestados, que se puede pesar, medir, y que puede ser visible al ojo humano. El alma  cumple un solo ciclo en el tiempo, acumulando memoria conciente y subconsciente por lo tanto  es de origen plasmático-inteligencia colectiva que asume un rol material en lo tridimensional  de la inteligencia colectiva, al pensar y desear al margen de ella.
EL ALMA, CUMPLIENDO UN CICLO EN EL TIEMPO, FORMA PARTE DE LO MATERIAL IMPERCEPTIBLE Y  PERCEPTIBLE; ESTO SI ENTENDEMOS LO MATERIAL, COMO PARTE ESPIRITUAL FRACCIONADO TEMPORALMENTE.
 
 
 El alma, al iniciarse la dualidad -desea - resuena -vibrando en determinados arquetipos materiales tridimensionales; como arquetipo del gas, al estado sólido; como arquetipo del sólido, al estado vegetal; como arquetipo del vegetal  al animal; como arquetipo del animal, al homosapiens-hombre.
 
 
Ya en estado hombre, el alma arquetipo, es el Ion "universal-unicidad"  que hace a la malla que sujeta al conjunto como  asiento  de la inteligencia colectiva en reposo-nivel,  que se propaga  según los múltiples programas que hacen a los diferentes estadios que contienen los eventos necesarios. La semilla a ser sembradas que contiene la información que dará forma  a los diferentes templos, en cualquiera de los 4 reinos. El Alma no evoluciona, el Alma es el arquetipo que da inicio-crecimiento y maduración de los vehiculo programado, para contener la vibración  según el propósito espíritual .
 
 

El Hombre tiene memoria conciente-temporal y subconsciente-vigilia, el espíritu se manifiesta en el, a través de la memoria inconciente-espacial. El centro de transferencia entre conciente-temporal  e inconciente-espacial, es un punto de crucé entre la cuarta vertical en intima conexión espiritual con la tercera horizontal material.
La cuarta vertical,  tiene en si misma dos grandes aspectos: el temporal-imagen-holograma y el espacial-semejanza-síntesis. 
El primero es tan sólo la superficie que se proyecta del segundo, y este último fuera de toda duda, es: un espacio de orden superior. Ejemplo análogo: una película gravada en un DVD, para verla tenemos que poner el reproductor de ese lenguaje digital grabado en el DVD  y proyectarlo a través del infocus a una pantalla; pero en la pantalla no esta el origen de la información. Este ejemplo, da para pensar.
El hombre en su condición material, nunca dejo de ser  Divino; cuando llegue a ser Divino, nunca dejara de ser hombre.
COMO ES ARRIBA ES ABAJO Y COMO ES ABAJO ES ARRIBA.





El Manifiesto del Metaprogramador


por Mark Grant


"Todos los seres humanos, todas las personas que alcanzan la edad adulta en el mundo de hoy son biocomputadores programados. Ninguno de nosotros puede escapar nuestra propia naturaleza como entidades programables. Literalmente, cada uno de nosotros seríamos nuestros programas, nada más, nada menos." -- John C.Lilly, M.D. [1]



"No puedes enseñar nuevos trucos a un perro viejo", "un leopardo no cambia sus manchas" -- el lenguaje está lleno de expresiones que implican que la gente nunca cambia. Toda nuestra sociedad parece estar organizada para evitar que nadie lo haga.

John Lilly, más conocido por su trabajo en comunicación con delfines, fue uno de los primeros investigadores en lo que Tim Leary llamó 'neuropsicología': el uso de las operación del cerebro en lugar de la conducta humana para determinar los límites de lo que pueden hacer los humanos. Los experimentos de Lilly mostraron que el cerebro podía ser tratado como una entidad programable similar a un ordenador digital; tratándose en este caso de un ordenador capaz de programarse a sí mismo.

Lilly se refirió a esta capacidad de auto-programación como metaprogramación, e informó sobre sus investigaciones en su libro, "Programando y metaprogramando la biocomputadora humana" (Programming and Metaprogramming in the Human Biocomputer). Timothy Leary en particular y Robert Anton Wilson expandieron la teoría de la metaprogramación con su modelo de ocho circuitos para el cerebro, que cubriremos más adelante.

En las últimas décadas, la neurofisiología y la ciencia informática han ido aumentando su contacto. La neurofisología nos dice que el cerebro humano se compone de billones de neuronas interconectadas, cada una de las cuales es esencialmente un complejo interruptor con muchas entradas y salidas. Algunas combinaciones de entradas variarán la activación del interruptor de la neurona, y la salida puede hacer que otras neuronas varíen en cascada hasta que esto produzca algún tipo de salida en el cerebro. Las neuronas pueden ser simuladas en ordenadores, y hoy la redes de neuronas artificiales se utilizan para aplicaciones que van desde la visión computerizada a la predicción de precios de bolsa, o la operación de vuelo de aviones experimentales. Los investigadores han desarrollado métodos a través de los que estas redes de neuronas pueden aprender, averiguando como posibilidad métodos análogos al sueño en los humanos en el ámbito del aprendizaje autónomo. Otros han investigado conductas de redes patológicas análogas a la obsesión, fantasía, y alucinaciones en el cerebro humano.
 

 


Esto no es necesariamente una prueba concluyente de que seamos "sólo" redes de neuronas, ni prueba que no tengamos "almas" -- los efectos dentro del paradigma de mecánica cuántica en las neuronas quizá dejen aún un hueco por el que esas cosas puedan colarse --, pero se trata de una serie de pruebas circunstanciales bastante fuertes. La cuestión en cualquier caso es, ¿cómo ocurre esta programación?

El cerebro de un bebé recién nacido es una tábula rasa, producto de milenios de programación genética en las partes más antiguas como la médula oblongada o el pons Varolli. Se encuentra en un entorno complejo sin programación, sin modelo alguno acerca de qué está sucediendo. Todo lo que ve es el remolino de caos de fotones, átomos y partículas subatómicas que la Física nos dice que es la 'verdadera' naturaleza de la realidad. En el modelo de ocho circuitos de Leary/Wilson del cerebro, el bebé se encuentra operando en el primer circuito, el de biosupervivencia, preocupado principalmente de seguir vivo en un entorno desconocido.
 

 


A medida que los datos entran, las redes de neuronas los procesan y generan una serie de resultados. Algunos de estos resultados como mover una pierna, pueden tener buenos resultados (por ejemplo, andar), otros tendrán malos resultados (caerse). Cuando se producen malos resultados de forma consistente, la programación cambiará para reforzar esta asociación. Así, por ejemplo, aprendemos a caminar a través de la programación neurológica para los movimientos que generan un caminar correcto, a través de la prueba y error.

Esta programación, puede estar lejos de ser óptima. Quizá si el bebé se cae de una silla y se hace daño, desarrolle un miedo neurótico de las alturas como parte de su programación; y a consecuencia de ello, se negaría a arriesgarse incluso cuando el entorno sea seguro. Dado que esta programación opera a tan bajo nivel, y es creada cuando el bebé está luchando tanto por sobrevivir en un entorno extraño, podría ser muy difícil de cambiar más adelante en la vida.

En este punto, el bebé puede desplazarse, y por tanto se mueve al segundo circuito, el territorial, a medida que descubre otras entidades en el universo con las que debe interactuar, y las incorpora en su modelo de realidad. Esta parte de la programación del bebé está relacionada principalmente con la jerarquía de grupo, las emociones sin refinar, y el dominio/sumisión.

A medida que el bebé aprende a hablar, el bebé pasa al tercer circuito, el semántico. Ahora puede comunicarse con otras entidades y manipularlas verbalmente en su universo, y esto provee de un mecanismo para que los padres y familiares pasen sus modelos de realidad al niño. El lenguaje también permite al niño crear sus propios modelos cada vez más complejos y abstractos de realidad, llevando indirectamente a actividades tales como la filosofía y la ciencia.

La consciencia se encuentra ahora bien establecida en el modelo de realidad del niño, ya que puede verse como un actor en relación con una entidad externa. Sin embargo, este modelo de sí mismo podría estar lejos de sí mismo. Esto es especialmente destacable cuando el niño empieza a intentar explicar su naturaleza a otras entidades; podemos hablar de querer hacer diversas cosas que nunca hacemos, porque el modelo de los deseos sea muy distinto al de sus verdaderos deseos, así como por el sesgo introducido por la propia naturaleza del lenguaje.

Así, el lenguaje es a la vez un beneficio y una maldición. Podemos usarlo para transmitir nuestros modelos de realidad a otros, pero aquellos que se concentran principalmente en un pensamiento propio del tercer circuito se encuentran a menudo satisfechos con hablar, en lugar de actuar. Un problema mayor es que el uso del lenguaje tiende a llevar al monólogo perpétuo interno del pensamiento, analizando continuamente la realidad y perdiendo el tiempo en repasar una y otra vez los errores pasados, o intentando predecir el futuro. Tal análisis es ciertamente útil, pero mucha gente se hace adicta a pensar cuando podría irles mejor relajándose y disfrutando de la vida. De aquí, el deseo del místico por el 'silencio interior'.
 



Cuando el niño crece y pasa a la adolescencia, la comunicación de sus compañeros y sus mayores empieza a programarles para que adopten su papel en su cultura. Por ejemplo, en una cultura cristiana serán programados para que crean en el dios cristiano y en especial para que no lleven a cabo actos sexuales sin el permiso de un clérigo, un programa que da a la iglesia una gran cantidad de poder. Al igual que su modelo de la realidad externa y su modelo de sí mismos, adquirirán otro modelo del yo ideal que la sociedad desea, y las diferencias entre su modelo de sí mismos y este modelo ideal aparecerán como culpa. A esto es a lo que nos referimos como moral, en el contexto del cuarto circuito, el socio-sexual.

Después de mucho trabajo, el bebé ha creado un modelo de la realidad que funciona, y mucha gente teme tanto tener que rediseñar tal modelo que luchará para restringir el cambio e intentar forzar su modelo sobre el resto de individuos para intentar controlar la realidad. De aquí la preponderancia de los gobiernos, las religiones y otros agentes que actúan para frenar la velocidad del cambio. Tan pronto como una nueva idea aparezca será prohibida, puesto que de otra forma la gente tendría que despertar de su sonambulismo para poder asumirla.
 

 


¿Pero y aquellos que quieren más en la vida que su porción en el ciclo eterno de nacimientos, matrimonios, y muertes? ¿O aquellos que descubren a través de la experiencia que la programación del cuarto circuito es mentira? Más aún, la primera ruptura racional en que nos damos cuenta de que incluso las cosas más básicas que tenemos asumidas sobre la realidad podrían ser erróneas, podemos encontrarnos en un estado de shock que nos acabe por dejar confusos para siempre.

Históricamente, los místicos han llamado a esta experiencia "Chapel Perilous" (Peligrosa Capilla), o "El Abismo". Una metáfora más reciente es "La Aldea", en el show televisivo "El Prisionero" de Patrick McGoohan. Se trata de un lugar donde lo que sucede parece estar totalmente fuera de control, nada es lo que parece, y las únicas formas de salir son o bien de alguna forma "escapar", o regresar a tu antiguo mundo, o perder la cabeza (por ejemplo, caer en algún modelo aleatorio de realidad que sea negativo, en particular de cara a tu interrelación con tu entorno). Peor aún, podrías pensar que has escapado, sólo para descubrir que esa salida en sí no era más que otra ilusión.

El problema es que el modelo de realidad que construímos, alrededor del cual basamos nuestras vidas enteras, resulta ser incorrecto y tenemos que encontrar un modelo nuevo, personal, para sustituirlo. De hecho se nos devuelve a nuestro estado de infancia, sólo que ahora no tenemos siquiera 'adultos' que nos ayuden. Hay dos formas de salir; o bien permitir que otra persona te reprograme, o aprender a reprogramarte a tí mismo.

Un método tradicional de encontrar otro modelo de interpretación es unirte a una religión establecida o a un grupo místico a través del cual puedas 'renacer' dentro de otra realidad ya prefabricada (por ejemplo, los cristianos 'renacidos'). Otra es hacer eso mismo pero respecto a otro individuo y dejarle que te diga que hacer, adoptando su modelo de realidad (y creando un padre substituto). Encontrar una salida personal es mucho más difícil.

Ambos 'amor verdadero' y 'verdaderas' religiones, pueden empujar más allá del ciclo reproductivo tradicional al quinto circuito en supuesta plenitud; neurosomático, relacionado principalmente con los estados extáticos. Otras formas de alcanzarlo incluyen el uso de drogas como hachís y MDMA, tantra, T'ai Chi, Terapia gestaltista, o el ejercicio más allá del punto de agotamiento (baile, etc) para favorecer la producción de endorfinas en el cerebro. Es de destacar en cualquier caso, que dado que el estado extático es muy adictivo, personas y grupos capaces de generar ese estado en otros pueden tener la posibilidad de controlarlos.

Para mucha gente un nuevo modelo de realidad, reorganizado de una forma u otra, será suficiente; pero algunos querrán ir mas allá. En lugar de adoptar el modelo de realidad de otro, se trataría de convertirse en verdaderos metaprogramadores y aprender a controlar su propia programación, sus propios modelos. Se han descubierto numerosos mecanismos a lo largo de la historia para la metaprogramación, pero muchos necesitan años de meditación e introspección. Con el descubrimiento de psicodélicos de potencia creciente como el LSD, la experiencia se ha abierto a cualquiera que lo desee.

Bien podría ser el LSD la 'piedra filosofal' que buscaban los alquimistas, capaz de cambiar la típica plomiza personalidad en oro. Leary describe la experiencia arquetípica de viaje con una alta dósis de LSD en su "Experiencia Psicodélica" (Psychedelic Experience), basada en el Libro Tibetano de los Muertos; el pico de la experiencia de LSD revienta la capacidad del cerebro para hacer un modelo de la realidad, dejando al consumidor en presencia de lo que los budistas llaman la 'Clara Luz', o lo que consideramos como la recepción sensorial externa sin filtrado, una deslumbrante luz blanca que debemos interpretar de alguna forma (la misma luz parece que se ve en experiencias cercanas a la muerte y orgasmos fuertes). Tal experiencia, puede ser extremadamente desconcertante si nos encontramo demasiado atados a sus programas y modelos.

A medida que el consumidor baja del pico, puede jugar con sus programas y modelos de realidad como lo desee. Puede experimentar con nuevas formas de modelar la realidad externa y nuevos programas para interactuar con ella, y ver cómo esto altera su percepción. Más importante, puede elegir cuál de estos modelos y programas debería retener cuando regresa a esta 'realidad consensuada'.



Ya que estamos en gran medida compuestos de nuestros programas y modelos, una experiencia capital de metaprogramación se percibe en gran medida como un ciclo de muerte y renacimiento. Podemos sentirnos literalmente como si fueramos una nueva persona dentro del mismo cuerpo. Esto en sí puede generar problemas significativos cuando otros intentan relacionarse con nosotros de formas que de pronto resulten antiguas, programadas. Podrían llegar a bloquear e ignorar nuevos parámetros de entrada que demuestran nuestra nueva personalidad si esta ha variado radicalmente, para poder retener el sentimiento de seguridad de sus antiguos métodos de relacionarse con nosotros; incluso si realmente hemos cambiado. En algunos casos esto puede llegar a tales extremos que se acabe buscando nuevos amigos en lugar de persuadirlos de que esa nueva realidad es así.

Hay, sin duda, muchos otros métodos de metaprogramación que no son tan peligrosos para el individuo, ya que se concentran en áreas específicas de nuestra programación y tienen el beneficio de siglos de desarrollo. Algunos ejemplos son el yoga y el T'ai Chi, que intentan desestresar músculos y en consecuencia los bloqueos mentales que los causaron originalmente, o las artes marciales que borran nuestros programas inseguros de un nivel más "bajo". Aunque estos métodos son efectivos en aquellos que no entienden cómo funcionan, son mucho más efectivos en los metaprogramadores conscientes que conozcan la herramienta en sí.

La experiencia de metaprogramación con LSD también puede obtenerse del modo tradicional a través de un largo entrenamiento y de la meditación. Richard Alpert informa en "Sé Aquí Ahora" que algunos de los maestros indios que ha visitado, afirmaban que grandes dósis de LSD producían efectos similares pero menos potentes que la meditación. Otra posibilidad es a través del estudio de la Magia(k), donde los estudiantes aprenden a variar sus modelos de realidad hasta que hacerlo se convierte en algo natural.

Estos métodos dan al estudiante una aproximación lenta y controlada al circuito de metaprogramación, en lugar de arrojarlos a la montaña rusa de un viaje de ácido. Otra posibilidad, y quizá la más efectiva, es la combinación de ritual y psicodélicos. Metaprogramadores con mayor experiencia pueden diseñar rituales que se llevan a cabo antes, durante y después de un viaje y lo empujan en una dirección específica. Tales rituales se han utilizado durante milenios por maestros chamanistas.

Algo como esto puede reafirmar la seguridad del consumidor hasta que tiene suficiente experiencia como para operar sólo, pero convierte a los metaprogramadores en programadores; los rituales programarán al viajero y una mala elección de rituales podría instalar una mala programación,. Por ejemplo, parece que Manson programaba la obediencia absoluta de sus seguidoras practicándoles sexo oral después de darles ácido. Otro ejemplo, una queja habitual sobre el MDMA, es que puede crear lazos emocionales 'inapropiados' entre sus usuarios (aunque, claro, pocos podrían argumentar racionalmente que amar a tus enemigos con MDMA es peor que golpearles con alcohol), y un uso descuidado del ácido puede provocar problemas mucho mayores.

El objetivo de este proceso, es enfrentarnos cara a cara con nuestra programación y mostrarnos el escaso control que tenemos sobre nuestras vidas. Hasta que nos damos cuenta de que la mayor parte de nuestras acciones son el resultado de programas que no controlamos, no tenemos la habilidad de controlarlos, y por tanto carecemos de libre 'voluntad'.

Por supuesto, esta 'libre voluntad' es meramente otro programa superpuesto a nuestro software de bajo nivel, una 'meta-consciencia' superpuesta a nuestro programa tradicional de consciencia. Somos aún ordenadores, pero a la vez ordenadores que sabiendo que lo son saben cómo reprogramar sus operaciones o cambiar sus modelos de realidad. Con práctica, podemos aprender a analizar conscientemente las impresiones sensoriales de entrada y elegir cómo reaccionar en lugar de actuar de formas rígidamente programadas.

Este extremo idealizado sería, en esencia, lo que varios caminos místicos llaman 'iluminación' -- manejarse con la realidad tal como es en lugar de intentar forzarla para que se ajuste a nuestros mapas, y vivir fuera de nuestros juegos sociales -- y nuestra 'voluntad' metaconsciente, o a lo que Crowley se refería como 'verdadera voluntad'. La pérdida del ego en el sentido de pretender que nuestro modelo de la realidad es la realidad, y el que aun participando en los juegos sociales, esto se llevara a cabo por elección en lugar de por hábito. En caso de entender las reglas del juego también se podría jugar mejor que quienes no perciben el carácter de "juego" de las interacciones sociales.

El modelo de Leary tiene otros dos circuítos más allá de la fase de metaprogramación; sin embargo, los considero altamente dudosos sin mayor exploración. El DMT parece invocar estos circuitos, permitiendo la comunicaciones con entidades que supuestamente existen fuera de esta realidad, con un cuestionamiento respecto a si estas percepciones son reales, o tan sólo mecanismos mentales, partes de nuestra propia programación. En cualquier caso, hay suficiente trabajo que hacer llevando a la raza humana al completo a estos estados "iluminados" como para tener que preocuparnos de qué pasa después.
 


Así que, de esto se trata; la psicología moderna, la programación en informática y la neurofisiología se unen al misticismo de los tiempos remotos. Tras el ocaso del siglo XX, se plantea la posibilidad de llegar a nuevos modos de consciencia que permitirán a la gente operar en formas que se encuentran tan adelantadas respecto a un adulto típico como lo está un adulto respecto a un niño. Metaprogramadores del mundo uníos,... ¡no tenéis nada que perder, excepto vuestro bugs!
 



¿Es el sexo la puerta primordial a lo espiritual? ¿O es generalmente la espiritualidad del sexo solamente un cliché usado por celebridades y charlatanes?

Como reacción inicial, al intentar hablar sobre las relaciones entre espiritualidad y sexo, usualmente se conjuran una serie de imágenes mentales bastante peculiares. Estas ideas habitualmente se dividen en sexo espiritista y, por otra parte, la espiritualidad como excusa para unos arrimones. En realidad es casi imposible distinguir uno del otro, pero por fines prácticos, y de entretenimiento, los dividiremos dependiendo del color de las túnicas. Con ropas blancas (y a veces turbante) se asocian aquellas prácticas (o tomadas de pelo) asociadas con velas de colores, dietas escuálidas, parados de cabeza, auras, miradas de disimulada iluminación y sensibilidad extrema, todo a ritmo de música new age. Del otro extremo de la gama, con ropa negra (y en ocasiones con capucha), se asocia con orgias de sociedades secretas (tipo Eyes Wide Shut) y/o con sadomasoquismo entre ninfómanas vestidas de monjas, quienes encuentran usos insospechados para sus rosarios. La idea general, en estos casos, es que el sexo espiritual es cómo una droga que "pone chido", en especial cuando se hace bajo los efectos de algún estimulante psicotrópico. Pero la mayoría no participamos de este tipo de ritos y solemos, más bien, deambular en una brutal escisión entre lo espiritual y lo sexual, acabando así con una vida dividida en compartimentos aislados. Bueno, salvo aquellos instantes en que alguna estrella porno irrumpe nuestros compartimientos con un desentonado "¡Oh my god!".

Pero qué lío esto de la espiritualidad y el sexo; es decir, ¿qué diablos es la espiritualidad; de qué se trata?, y más aún, ¿qué diablos es el sexo? Ambos temas se nos presentan de pronto tan evidentes como intangibles. Ambos son tan obscenos como lo son misteriosos, y ambos son constantes e ineludibles en nuestras vidas. En fin, podría ser que el lío más bien reside no en sus contrastes y aparentes incompatibilidades, sino en que en realidad son tan afines que resulta borroso distinguir uno del otro.

Ya van varias ocasiones que leo en alguna revista de chismes a alguna actriz declarando que para ella "el sexo es algo espiritual". Además de rechinar los dientes incrédulo, deduzco al menos dos cosas: 1) intenta verse muy elevada situando la sexualidad dentro del ámbito de lo sagrado, y 2) trata de decir que ella busca en sus intercambios sexuales un grado de conexión o comunicación más profundo e íntimo con sus parejas. Haciendo a un lado la imagen de sí que esta actriz busca crearse en el ojo público, hay algunas implicaciones interesantes en estas posibles lecturas.

La primera cuestión gira en torno a la sacralización de lo sexual, e incita una reflexión pertinente sobre la concepción de lo Sagrado como tal. Para empezar habría que invocar a las tantas culturas del mundo que no tienen un término para designar algo sagrado. Esto no sucede porque sean incapaces de llegar a concebir tales sutilezas, sino porque más bien les parece que sobra. Pasa que al bautizar algo como "sagrado" siempre es a expensas de que entonces todo lo demás resultará no ser tan "especial". Por ende, hay cosas que entonces no sólo no se consideran sagradas, sino que pasan incluso a ser antisagradas o malditas. Así de nuevo acabamos con una visión del mundo partida en pedazos. Con esta común concepción no examinada de lo sagrado, tiendo a deducir que la actriz en cuestión, al hablar del sexo sacro se refería a: una especie de profundo respeto mutuo, atención acentuada, una disposición a la devoción y cierto tacto tirado hacia la cursilería.

Nos presenta así, una visión del sexo como algo muy refinado y bonito. Pero en general, estas teorías sexuales suelen terminar con ideas chistosas sobre los fluidos corporales. Particularmente tienden a proponer que el semen no debe correr libremente, porque esto sería un desperdicio de energías que mejor podrían utilizarse para alcanzar la iluminación (o sea un estado muy muy cabrón pero indefinible). En lo personal, esta retentiva seminal me parece el equivalente corporal a la especulación financiera, donde por ende la sexualidad no es algo en sí, sino un mero medio para un fin abstracto e ideal. Además, lo sagrado en la sexualidad se encuentra en su inutilidad, en su falta de propósito, en su juego, y así, en un derroche sin razón: un sacrificio (sacre: sagrado, facere: hacer). En cambio estas versiones mezquinas del sexo espiritual son iguales a los tantos pronósticos seudocientíficos del placer, donde el orgasmo es una obligación para relajarse y tener buen humor y ser productivos y todo eso. Continuamente osan encajonar y controlar algo que por su naturaleza nos rebasa, nos mueve y nos constituye.

 
 
Todo esto anterior está muy bien como modo de entretenimiento y todo eso, pero es bastante parcial—y materia de gustos—. Lo que pasa por alto, o de plano niega, es lo que se conoce, en referencia a la antigua Grecia y a los ritos paganos pre-cristianos, como el aspecto Dionisiaco de lo sagrado. Lo Dionisiaco se refiere a la sublime y desgarradora intoxicación de los sentidos, al caos y a la tragedia extática, lo carnavalesco, lo grotesco y ese llamado primal de la sangre y la tierra. En otras palabras, nos presenta una visión más completa y menos fracturada por la moral de todo lo que implica estar vivo. Negar estos aspectos, incluso designándolos como málditos, es sintomático de una cultura que por necesidad y supervivencia le apuesta al cálculo y a la razón sobre todas las cosas, descartando con ello la inevitable realidad de lo desconocido. Pero el sexo, como pulso y flujo del cosmos que recorre nuestros sentidos, nos despierta a lo desconocido en nosotros y en nuestro entorno. ?..
 

Pero es una tendencia que se repite en tantas culturas y épocas. Bien podría ser que aquello de la espiritualidad—el sentido de la vida y todo ese asunto—ha suscitado muchas teorías a lo largo de la historia. De estas, una que se repite con ahínco es aquella donde el cuerpo y el alma son separables, como un vibrador y sus baterías. Basada en la ilusión de que al morir una esencia inmaterial abandona el cuerpo, esta idea rechaza al cuerpo como un mero vehículo. De ahí derivan tantas ideas sobre la espiritualidad como algo que trata con metafísica y dimensiones extrasensoriales, y cosas paranormales e insípidas. Este tipo de propuestas han forzado a la espiritualidad a relegar los sentidos al olvido, junto con todos sus efectos y sensaciones, considerándolos más bien burdos, en vez de sutiles.

Como respuesta a esta simple confusión—o preferencia—en oriente las tradiciones tántricas han hecho uso de los sentidos para instigar y seducir hacia un modo más despierto de vivir. Decidieron, mejor, que nuestra experiencia del mundo se da a través de los sentidos y que esto, por sí mismo es asombroso; es decir sagrado. Con ello, todo lo que pasa por nuestros sentidos, el mundo entero, es ya sagrado, tal y como es. Y la práctica diaria consiste en no perder esto de vista, pase lo que pase. Este no es un fenómeno exclusivo de oriente, ya que en tantos de los símbolos religiosos de occidente también se alude a la sexualidad como un canal para las fuerzas del universo. Pasa que son símbolos que han sido históricamente ofuscados y apropiados, pasando por múltiples interpretaciones sobre sus significados. Pero si prestamos atención a sus formas, seguro aun logran comunicar su intención primordial. La espiritualidad también es un albur. Pero esto—como cualquier cosa—se presta para usos y abusos, y la proverbial doradita de píldora con fantasías espiritosas. Requiere, de entrada, honestidad personal, ya la vida y las situaciones se encargan del resto. En otras palabras: no importa si es "sagrado" o "muy acá" o se usan crucifijos con hierbas o mantras milenarios o el condón de Aleister Crowley o lo que sea, cualquier acto sexual debe ser consensual.

 

Pulsos paralelos: la comunión evolutiva entre sexo y conciencia

Un breve recorrido a través del matrimonio evolutivo que sostienen la conciencia y la sexualidad; dos pulsos destinados a mantener una comunión simétrica hasta llegar, acompañándose, al eje de la realidad: la nada.

Proyección del sexo, la conciencia, la evolución, y la espiritualidad

Para muchos de nosotros la sexualidad es un pulso vital, tan indomable como dispuesto a ser purificado. Un portal que resguarda las fronteras entre la realidad convenida y el potencial desdoblamiento de la conciencia —la catedral evolutiva. Sin embargo, es innegable que a lo largo de buena parte de la historia humana, la esencia de esta herramienta ha sido velada por múltiples tabúes: demonios culturales promovidos de acuerdo a mezquinas agendas que enarbolan la bandera del pudor, la moral y, especialmente, la culpa.

Y si estás leyendo esto, es altamente probable que hayas crecido en un entorno sociocultural que, en mayor o menor medida, te empujó a vivir la sexualidad desde una perspectiva poco natural. En lugar de orientarnos al manejo honesto de la más alta frecuencia compartida, nos orillaron a crecer entre la desacralización del cuerpo humano —originalmente diseñado para confabular intercambios energéticos— y, en el otro extremo, escapes atropellados en rincones animados por la pornografía y el morbo.

Pero más allá de intentar hacer un repaso histórico sobre las verdaderas causas y las costosas consecuencias de haber entablado una mísera relación, a nivel cultural, con nuestra sexualidad, tal vez es momento de enfocarnos en develar, conscientemente, las mieles de esta práctica. Básicamente se trata de un ejercicio durante el cual nos remitiremos brevemente a algunas tradiciones ancestrales, como el tantra o la sexualidad en el ocultismo occidental y la alquimia, las cuales postulan al sexo como un divino recurso para expander los limites de nuestra conciencia y no como una distracción mundana ante el sendero del espíritu.

Finalmente intentaremos dilucidar o al menos coquetear con el potencial paralelismo entre la evolución de la conciencia y la sublimación de nuestra vida sexual. Para ello tomaremos como base la teoría psicológica de los 8 circuitos del cerebro, acuñada originalmente por Timothy Leary. Este modelo plantea la existencia de distintos niveles de desarrollo de conciencia, a cada uno de los cuales asignaremos una potencial frecuencia sexual.   

Tantra

El término proviene del sánscrito तन्त्र, "conducto, principio, doctrina", que deriva de la raíz tan "extender o expandir" y el sufijo tra "instrumento". La fecha de surgimiento de esta corriente es un tanto incierta. Algunos le adjudican aproximadamente quince siglos de antiguedad, mientras que otros hablan de varios miles de años. Lo que sí es claro es que a partir de él se derramaron múltiples escuelas esotéricas al interior del budismo y el hinduismo.

Más que un sistema cerrado, el Tantra corresponde a un cúmulo de técnicas y concepciones, dirigidas a lograr un acceso a planos más sutiles de existencia —utilizando la propia conciencia como catalizador entre el microcosmos y el macrocosmos. Dentro de la perspectiva tántrica no se niega o suprime el aspecto mundano de las cosas sino que, similar a la tradición alquímica, busca la sublimación de estos elementos, a través de la purificación, la elevación, y la reafirmación del ser, derivando así en un nuevo plano en donde impera la plenitud consciente. Y el hilo conductor de que dispone el practicante, a lo largo de este arduo trayecto, es su propia energía vital, su Prana.       

Una de las propiedades más significativas de ciertas prácticas de Tantra es que responden a la modulación bioquímica del cuerpo a través de ritos específicamente sexuales. Por medio de esta conjunción ritual entre un hombre y una mujer, dictada de acuerdo con ancestrales protocolos esotéricos, se logra cristalizar un estado de alerta infinita, de conciencia propulsada, entre ambos participantes —en algunas disciplinas, previo a este encuentro, cada participante debe haber primero despertado su propio Kundalini.

Es importante enfatizar que, a diferencia de la perspectiva común que tenemos del sexo, dentro de la cual este responde básicamente a dos principios, el de la reproducción o el del placer, la tradición tántrica nos habla de un tercer cauce: la liberación del ser. Es decir, la cópula no solo es una herramienta que puede motivar la preservación de la especie o detonar un enorme placer, también puede utilizarse como un portal a la expansión de la conciencia: el matrimonio entre la sexualidad y la espiritualidad. 

Ocultismo occidental

Las diversas doctrinas que integran el ocultismo occidental generalmente están ligadas a preceptos más antiguos que emergieron en las escuelas místicas de las tradiciones árabes, egipcias y, en menor medida, orientales. Toda doctrina religiosa de Occidente está empapada de metáforas y alusiones a estas otras tradiciones que les antecedieron y dentro de las cuales la sexualidad, el culto explícito al falo y a la vulva, jugaba un rol fundamental. Incluso los elementos más icónicos de religiones como el catolicismo, por ejemplo la cruz, están directamente ligados a ritos sexuales, en este caso el falo, y su eventual conjunción con la rosa, la vulva.

En cuanto a la Kabbala, un protocolo sagrado que desempeña un importante rol en el misticismo judaico, el estudioso y miembro del Golden Dawn, A.E. Waite, nos habla de que "para el cabalista el máximo sacramento es el acto sexual, cuidadosamente organizado y manifestado como el máximo trance místico" [1]. Mientras que la orden conocida como O.T.O. (Ordo Templaris Orientis), derivada de la Francmasonería, clamaba poseer "la Llave que abre todos los secretos masones y herméticos, es decir, la enseñanza de la magia sexual, la cual explica, sin excepción alguna, todos los secretos de la Naturaleza, el simbolismo completo de la Francmasonería y de cualquier sistema religioso"[2].

En cuanto a la tradición mágica occidental, la cual ha sido históricamente perseguida por diversas instituciones religiosas, en particular la católica,  el sexo ocupa, una vez más, un rol fundamental en las prácticas místicas de las diversas escuelas que la integran. El orgasmo representa un túnel, un pasaje catalizador que nos permitirá, en caso de manejarlo con maestría, acceder a planos superiores de conciencia. En este contexto se parte de la premisa de que en la sexualidad tenemos los recursos necesarios para crear o diseñar realidades. Incluso acusan a la Iglesia y demás instituciones de querer censurar nuestra relación astral con el sexo, para evitar que nos empoderemos lo suficiente como para disolver el tablero de juego dentro del cual ejercen su dominio.

Y al hablar de sexualidad, magia y rituales en Occidente, sería imprudente dejar de mencionar a Aleister Crowley, una de las personalidades más polémicas de la tradición mágica y quien utilizaba el sexo (y múltiples drogas) para fertilizar el terreno, como una herramienta infaltable durante los más elevados rituales. En su manual para los iniciados al grado XI de la O.T.O, De Arte Magica, Crowley hace referencia a una práctica tántrica que él llevaba a cabo y que fusionaba, quizá experimentalmente, con recursos de otras tradiciones:

Los hombres sabios de la India creen que un cierto tipo de Prana o fuerza, reside en el Bindu (semen). Por eso es que estimulan al máximo posible su generación, recurriendo a prostitutas consagradas para que exciten sus órganos sexuales, mientras que con vigorosa voluntad retienen la energía. Luego de unos cuantos ejercicios, afirman que pueden desflorar hasta ochenta mujeres vírgenes en una noche, sin perder una sola gota de Bindu. De esta forma la energía jamás se perderá, sino que será absorbida por cada tejido del cuerpo. Y así los órganos sexuales actúan como una especie de sifón que constantemente provee a la reserva cósmica, con frescas recargas de vida.

Alquimia 

El Ars Magna, la alquimia, tiene su origen en Egipto —hay quienes sitúan su comienzo en Alejandría, durante el siglo III— y eventualmente se convertiría en uno de los linajes espirituales de mayor fuerza en Occidente. Más tarde la tradición alquímica de Occidente se fusionaría con preceptos Neoplatónicos, Gnósticos y Herméticos. Tras la caída del Imperio Romano, el conocimiento adquirido quedó sepultado por la sombra del Cristianismo y solo en Arabia logró conservarse. Por esta razón no fue hasta finales del siglo XI que Occidente retoma la guía del Gran Arte y, durante la Edad Media y el Renacimiento, la alquimia gozó de un exquisito auge alrededor de Europa.

Paracelso, el genial suizo a quien se considera como el padre de la medicina occidental, del arte Espagírico y uno de los máximos representantes de la tradición alquímica, expuso explícitamente que el Ars Magna era, principalmente, un proceso de depuración, de re-sacralización del cuerpo físico y el plano de lo mundano. Además, Philippus Aureolus Theophrastus Bombastus von Hohenheim, aludió abiertamente a la presencia de la sexualidad dentro de esta tradición, en su obra "Sobre el Espíritu de los Planetas", en donde afirma: "Cuando la semilla del hombre abraza la semilla de la mujer, esta es la primera manifestación y la llave de todo este trabajo y arte". 

Complementariamente, Paracelso enfatizaba, al igual que William Blake y otros grandes místicos, en el papel de la imaginación. Y a esta cualidad del ser humano, que pudiese responder a la porción de divinidad que todos poseemos, adjudicaba una especie de poder seminal que nos permitía imprimir nuestra voluntad en los objetos externos, tal como lo hizo con nosotros Dios. "Dios plantó su semilla en toda su realidad y especificidad, profundo, en la imaginación del hombre […]. Y si alguien tiene la voluntad, el deseo emerge en su imaginación y este deseo genera, a su vez, una semilla". 

Evolución etérea: la sexualidad y el desarrollo de la conciencia

Aunque pudiésemos pasar días recorriendo el papel de la sexualidad al interior de las tradiciones místicas, una travesía en verdad estimulante,  en esta ocasión debemos proceder al fenómeno que justifica este breve ensayo: el pulso paralelo que comparten el desarrollo de la conciencia y el de la sexualidad.

En su libro The Eight-Circuit Brain: Navigational Strategies for the Energetic Body, el genial y multidisciplinario Antero Alli analiza la interacción entre los ocho circuitos de nuestra conciencia y las frecuencias sexuales a las que tenemos acceso. Y retomando este memorable ejercicio, trazaremos una relación directa entre los pulsos evolutivos del sexo y la conciencia.

El Modelo de los 8 Circuitos, originalmente propuesto por Timothy Leary en su libro Neurologic (1973) y complementado en Exo-Psychology (1977),  básicamente responde a una estructura compuesta por ocho centros de información —o circuitos cerebrales—, que están ligados al mismo número de escaños de conciencia dentro del ser humano.    

Circuitos 1-4  / Supervivencia 

Circuito 1: Inteligencia fisio-biológica / la respiración conciente

Alude a la confianza necesaria que desarrollamos, en forma primigenia, y que nos permite sobrevivir.

- Sexualidad Visceral: un acercamiento impulsivo, incluso violento, al acto de copular. La atracción sexual de esta naturaleza responde a un estimulo que surge, ya sea por instinto de reproducción o por simple auto-hipnosis hormonal —la caótica colisión entre testosterona y feromonas.

Circuito 2: Inteligencia emocional-territorial / el deseo de poder o Ego

Tiene que ver con el florecimiento de las emociones y estrategias de dominación/sumisión.

- Sexualidad emocional: en este formato se ignora la mente o la moral y se utiliza como guía exclusiva la emoción. El sexo emocional está ligado a satisfacer necesidades de estatus, seguridad, poder y fidelidad. La dinámica básica es generar ciertas emociones en nuestro interior que requieren de otro cuerpo receptor para ser vaciadas.

Circuito 3: Inteligencia simbólica y neurosemántica / la mente racional

Surge a partir de artefactos humanos y sistemas simbólicos.

- Sexualidad mental: la experiencia se conceptualiza, razón por la cual hablar, pensar o fantasear sobre un encuentro erótico puede ser en ocasiones incluso más estimulante que el propio acto sexual. La pornografía o el voyeurismo son manifestaciones propias de esta frecuencia.

Circuito 4: Inteligencia doméstica o sociosexual / la identidad adulta

Se imprime a raíz del primer orgasmo experimentado y de los lineamientos morales de su tribu o contexto social.

Sexualidad tribal y culturalmente convenida: está acotada por códigos de conducta que incluyen íconos, rituales, fetiches y otros elementos que distinguen la sexualidad colectiva entre uno y otro grupo social. Estos códigos generalmente están respaldados por fundamentos institucionales —en el caso de Occidente contemporáneo, por ejemplo, la monogamia está sustentada por el modelo de matrimonio.


Circuitos 5-8 / Expansión

Circuito 5: Neurosomático / conexión entre mente y cuerpo

Se imprime a través de prácticas como la comunión con la naturaleza, el enamoramiento o la meditación.

- Sexo tántrico: A partir de este nivel el sexo deja de ser una persecución del orgasmo y, por primera vez, cruza el portal que separa a lo físico-bioquímico de lo etéreo. La sexualidad se torna un vehículo en busca de estados de éxtasis relativamente perdurable. El problema que se presenta en este nivel es que aún no estamos del todo preparados para navegar a través de estas frecuencias y ello puede dar paso a un cierto temor que, de manera automática, se traduce en un ancla depositada en suelo cultural. Cuando esto sucede, la experiencia queda en una especie de momentáneo vistazo al útero del cosmos.

Circuito 6: Inteligencia psico-intuitiva / metaprogramación

Se origina en el experimentar el cuerpo aúrico o energético; acceso a la clarividencia, intuición, realidad selectiva y magia ritual

- Sexo mágico: la pareja comienza a modular las frecuencias eléctricas del sexo y la práctica entabla un diálogo directo con nuestro sistema nervioso. En esta etapa comienzan a sobrepasarse los cuerpos físicos y los cuerpos energéticos asumen un rol mucho mayor. Lo anterior se traduce en la potencial consumación de neuro-orgasmos hiperreales y se desata, a la velocidad de la luz, una danza de comunión electromagnética.

 Circuito 7: Mito-genética y morfogenética / ADN y conciencia liberada

Se imprime tras exponernos a regresiones y arquetipos autónomos, o fenómenos como la sincronicidad y conciencia cósmica.

- Sexo arquetípico o planetario: la comunicación entre los dos involucrados se remite directamente a una especie de registro akáshiko. Por primera vez en el desarrollo de su sexualidad, la pareja comienza a co-fundar realidades, los mapas referenciales se disuelven ante la intensidad del intercambio energético y se introduce un tercer personaje, la propia Tierra, para dar paso a una especie de ménage-à-trois planetario.

Circuito 8: Inteligencia cuántica y no-local / ADN y conciencia liberada

Emerge producto de experiencias cercanas a la muerte, desdoblamientos corporales, sueños lúcidos, comunión con la vacuidad, etc. 

- Sexualidad entre cuerpos astrales: comúnmente implica el desdoblamiento corporal por parte de ambos participantes. Es como una cita en un motel onírico, energéticamente impecable, que, al ya no estar sujeto a nada en este plano, se torna infinito: como cabalgar desnudos, copulando, sobre el espiral del tiempo-espacio. Esta frecuencia sexual jamás dependerá de un cuerpo físico, por el contrario, estará envuelto en risas y gemidos interdimensionales, en miradas que proyectan etéreas catedrales mientras se mecen en la totalidad. Por fin la unidad ha sido consagrada, cada gota de sudor diluye cada probable realidad… la máxima ceremonia compartida ha sido consumada, la energía se abraza así misma, y el ouroborus observa, inmutable, el matrimonio sagrado.   

Así termina este intenso recorrido, una fugaz mirada cenital a dos hebras de energía, la conciencia y la sexualidad, desdoblándose rítmicamente: en un principio de manera torpe, a la sombra biológica, pero purificándose gradualmente, sincronizándose en plataformas fractales, se relamen mutuamente en busca de la esencia cristalina. Y en algún punto, cuando el silencio intercambiable transmuta en la más hermosa melodía, cundo la energía irradiada es suficiente no solo para desterrar el mapa sino para proyectarse en un cuarzo sin cuerpo, entonces ahí, en el centro de un infinito laberinto, sobre un axis, dos gotas de energía se funden para jamás volverse a separar.



[1] A.E. Waite, The Holy Kabbalah, University Books, Citadel Press introduction by Kenneth Rexroth, p. ix.

[2] Francis King, The Rites of Modern Occult Magic, The MacMillan Company 1970): 119.


Neurobiología, orgasmos, y espiritualidad: el misticismo cognitivo del placer

El sexo y la meditación comparten una misma identidad neurológica; ambas actividades conllevan a una idílica conjunción entre el mundo del espíritu y el de la carne.

cerebros meditando

El cerebro es tal vez el órgano que mayor interés ha provocado entre los científicos. El hecho de que presumiblemente sea el recinto que guarda esa enigmática y polimórfica entidad que conocemos como mente lo ha destacado como favorito de las interrogantes que se ha planteado el estudio de la naturaleza humana. "El cerebro es más amplio que el cielo", decía Emily Dickinson, de algún modo intuyendo, o tal vez sugiriendo, el hecho de que ahí radica la esencia microcósmica (hay que recordar que existe una notable relación estética entre las redes neuronales y el diseño de las galaxias). ¿Es nuestro cerebro la manifestación física de ese código de acceso que nos permite jugar a ser dioses?

En diversos estudios dedicados a observar al cerebro en acción, el hemisferio derecho parece ser el lado sexy de este órgano. Se activa durante el orgasmo a tal grado que la corteza prefrontal derecha simula una especie de isla iluminada durante este arquetípico instante, en contraste con el resto del cerebro que aparece en completa penumbra.    

Históricamente se le ha atribuido al hemisferio izquierdo el procesamiento del placer, pues este se activa cuando recurrimos a memorias que nos provocan felicidad, cuando recordamos a un ser querido, en aquellos momentos en los que nos sentimos simplemente grandiosos e incluso es el más activo en personas alegres que rara vez pasan por etapas depresivas. Pero curiosamente durante el orgasmo, tal vez la máxima epifanía en torno al placer humano, el hemisferio izquierdo, en lugar de propulsar un meta-carnaval de reacciones gozosas, permanece completamente dormido. Y este neuro misterio ha intrigado enormemente a los hombres de ciencia que dedican su vida a analizar los comportamientos del cerebro. 


Hasta hace menos de una década la neurociencia poco sabía de los fundamentos científicos relacionados a los estados de gracia, al placer sexual, o a emotivas frecuencias similares. Sin embargo, en años recientes ha emergido un panorama mucho más claro en la relación del cerebro humano con el placer, una de las sensaciones, por cierto, que mayor peso tienen para determinar el registro psicoemocional de una persona. La felicidad, o mejor dicho la alegría extasiante, tanto en un plano sagrado como en uno profano, disminuye la auto-conciencia del ser (concibiéndola más desde una perspectiva del ego y el sentido de ubicación espacial), además de que que altera la percepción corporal y reduce la sensación de dolor. Y mientras que el hemisferio izquierdo es presuntamente el protagonista del placer, lo cierto es que estos tres neuro-fenómenos se activan bilateralmente. 

La ausencia de dolor puede estar explícitamente ligada al placer. Sin embargo, las otras dos —perder el sentido de identidad y de los limites corpóreos— son más misteriosas. William James, autor de The Principles of Psychology, describe al "ser" como el pilar de la conciencia, aquel que perdura a lo largo de múltiples sensaciones y experiencias. Y este "ser" está dividido, excepto durante las experiencias místicas, entre un flujo de conciencia y un observador o diálogo interno. Este diálogo, en el cual tanto enfatizaba el brujo yaqui Juan Matus en las crónicas de Carlos Castaneda, funciona como una especie de juez que va organizando y decodificando las experiencias conscientes. Narrarnos nuestra propia vida se presenta como una herramienta cognitiva automatizada y a fin de cuentas es lo que acaba construyendo nuestro concepto de realidad. 

Pero escapar de nuestra propia y casi permanente auto-observación debiese ser un placer mucho más valorado de lo que culturalmente estimamos. Y precisamente sobre esto Roy Baumeister, director de Psicología de la Universidad de Princeton, escribió todo un libro: Escaping the Self: Alcoholism, Spirituality, Masochism, and Other Flights from the Burden of Selfhood (1991), en el cual postula que esta especie de auto-conciencia racional en muchas ocasiones puede convertirse en una verdadera carga para una persona. En diversas culturas las personas recurren habitualmente a sustancias como alcohol, drogas, tabaco, rituales auto-hipnóticos y otro tipo de estímulos para debilitar esta conciencia del ser. Sin embargo, se ha comprobado que la meditación te permite liberarte de esta preocupación con respecto a tu propio ser y neutralizar las principales actividades que alimentan este, a veces, incontrolable mecanismo: el juicio, la planeación, la expectativa, la comparación y el auto-escrutinio. 

Como vimos anteriormente la corteza prefrontal del hemisferio izquierdo se asocia con la felicidad, y no casualmente los niveles más altos de actividad en esa región que hayan sido medidos hasta la fecha, corresponden a monjes budistas del Tíbet meditando en el sentimiento de la compasión. Esto nos indica que la meditación actúa sobre los principales centros de placer en el cerebro y, aún más allá, este placer se acompaña de una transformación en nuestra auto-regulación emocional —si bien las personas que meditan fortalecen su auto-conciencia, ponen atención a sus pensamientos y sentimiento desde una perspectiva conceptual, y por lo tanto menos emocional o visceral, lo cual les permite estar en paz con su flujo interior. 

Recordemos ahora que el placer también esta ligado a una pérdida de la conciencia ante los límites de nuestro cuerpo, lo cual, al igual que el ejercicio de la auto-observación, involucra ambos hemisferios. Tanto el orgasmo como la meditación diluyen nuestro sentido de los límites del cuerpo físico. En el caso de la meditación esto se logra a través de la auto-conciencia, pero enfatizando en la actividad de regiones específicas del cerebro, como los gyrus angulares del hemisferio derecho. En cambio, durante el orgasmo, el cerebelo es el que brilla, el que mayor actividad registra, debilitando de algún modo la conciencia del cuerpo físico perdiéndonos dentro del mismo y no observándolo "objetivamente", como es el caso de la meditación. 

En síntesis podemos concluir que existe una apasionante e íntima relación neurológica entre el máximo placer físico, proyectado a través del sexo, y el desarrollo místico al que una persona puede entregarse, principalmente la meditación. Y en un fenómeno que algunos considerarían como algo paradójico, ambos se proyectan, resuenan, en un estado de alta fidelidad que termina por eliminar las supuestas fronteras que separan al mundo físico, en especifico el placer carnal, del mundo etéreo, aquel en donde el espíritu se fortalece. Y esta idílica convivencia queda proyectada, o incluso catalizada, a través de nuestro diseño neurológico (nuestro cerebro es un templo dedicado al erotismo, la estética y la generación de universos): entre el orgasmo, la alegría  y la espiritualidad… estamos todos nosotros. 

Dios hizo para el hombre un trono; para la mujer un altar.
El trono exalta; el altar santifica.
El hombre es el cerebro.
La mujer el corazón.
El cerebro fabrica la Luz; el corazón produce el Amor.
La Luz fecunda; el Amor resucita.
El hombre es fuerte por la razón.
La mujer es invencible por las lágrimas.
La razón convence; las lágrimas conmueven.
El hombre es capaz de todos los heroísmos.
La mujer de todos los martirios.
El heroísmo ennoblece; el martirio sublimiza.
El hombre tiene la supremacía.
La mujer la preferencia.
La supremacía significa la fuerza; la preferencia representa el derecho.
El hombre es un genio.
La mujer un ángel.
El genio es inmensurable; el ángel indefinible.
La aspiración del hombre es la suprema gloria.
La aspiración de la mujer es la virtud extrema.
La gloria hace todo lo grande; la virtud hace todo lo divino.
El hombre es un código.
La mujer un evangelio.
El código corrige; el evangelio perfecciona.
El hombre piensa.
La mujer sueña.
Pensar es tener en el cráneo una larva; soñar es tener en la frente una aureola.
El hombre es un océano.
La mujer es un lago.
El océano tiene la perla que adorna; el lago la poesía que deslumbra.
El hombre es el águila que vuela.
La mujer es el ruiseñor que canta.
Volar es dominar el espacio. Cantar es conquistar el alma.
El hombre es un Templo.
La mujer es el Sagrario.
Ante el templo nos descubrimos; ante el Sagrario nos arrodillamos.
En fin: el hombre está colocado donde termina la tierra.
La mujer donde comienza el cielo.



Cuenta el cuento que una vez un pequeño duende caminaba sin rumbo.
Cientos de caminos se abrían frente sus pasos; unos bellos que llamaban increíblemente su atención y otros sinuosos y apedreados, pero caminos al fin.
Al comenzar su viaje se encontró con una preciosa criatura de colores, con bellos ojos y pequeñas alas, se le acercó y le dijo al perdido duende:
- Ven conmigo, éste es el mejor ¡mira cuantas mariposas vuelan por el cielo! Te llevaré a un mundo de sueños, lleno de árboles y lagos...-
El duende sin dudarlo y muy alegre siguió los pasos de la MENTIRA...pero al fin todo aquel ambiente no era más que un lago de lodo y árboles de papel, era imposible permanecer allí…
...Entonces la mentira comenzó a reír, orgullosa de sí por haber engañado a otro duende.
Pero como este era un duende muy perseverante y no quería formar parte de ese lago negro, decidió marcharse.

Siguió caminando, esquivando siempre cualquier camino complicado, hasta que tropezó con un bonito conejito de mirada tierna que le dijo:
- ¿Qué andas buscando?- Y el duende le respondió:
- Quiero llegar a un lugar donde pueda bañarme, donde pueda perfumarme con el aroma de las flores y quedarme a vivir allí.- Y el ORGULLO contestó:
- ¡Pues has encontrado la solución! Mira cuantas flores hay por aquí, sígueme.
Entonces el pequeño duende de sucios pies siguió con entusiasmo a su nuevo compañero...Pero al fin solo se encontró con un mundo de trofeos con forma de toda clase de especies.
Con sus ojos llenos de lágrimas le dijo al conejito de ojos avaros:
- Esto no es lo que me dijiste ¿de qué puede servirme vivir aquí?-
- ¡Podrás ser uno más de mis trofeos, convertirte en una pieza de oro...¿Qué más quieres?
Pero aunque el duende decidió marcharse de ese lugar, el orgullo se sintió feliz por haber llevado a su mundo a otro ser para que vea cuán rico era.
Y el duende siguió su camino. Eligió el más cercano y llano, estaba demasiado cansado...y tropezó con una linda y simpática ratita que le tendió sus manos y le dijo:
- ¡Que cansado te ves! Ven conmigo a mi mundo y descansa tranquilo, tendrás un gran lecho para dormir y todos los frutos que quieras comer, aparte podrás bañarte en el manantial si lo deseas.
Aliviado, el duende fue detrás de la COBARDÍA, ilusionado con aquel lugar perfecto que ésta le prometía. El camino fue muy corto... pero al llegar solo se encontró con muchos sauces llorones secos y una laguna de lágrimas. Entonces el duende comenzó a llorar...
- ¡No! No quiero quedarme aquí y formar parte del dolor que habita aquí, me iré inmediatamente.
Igualmente la cobardía se sintió feliz por haber mostrado una vez más que el suyo era el camino más fácil.

Pero ninguno pudo con la valentía del pequeño ser.
- Descansaré debajo de este árbol y por fin mañana continuaré mi viaje.

A la mañana siguiente sus pasos avivados toparon con una piedra, entonces pensó:
- Cargaré algunas de ellas, este camino me brindará lo necesario para construir mi casa.
Caminó, juntó varias piedras, tropezó una y otra vez hasta que se durmió.
Cuando despertó, lo hizo en medio de flores frescas, oyendo el ruido del agua que corría calma, y entonces tuvo frente a sus ojos la criatura más bella que jamás había visto. El AMOR le habló:
- ¿Caminaste mucho verdad? Éste es mi mundo, puedes quedarte a vivir en él, aquí podrás tener muchos verdaderos amigos. Tú llegaste a él, ayudado solamente por tu valentía y fuerzas. No siempre lo fácil es lo más conveniente. Este era tu sueño y luchaste por él aunque hayas tenido que proponértelo varias veces...Pero al fin lo conseguiste.
--
virgilio

No hay comentarios:

Publicar un comentario